Ya estamos en verano, la época de las TERRAZAS.
Encuentras una mesa libre, pero falta una SILLA.
Miras alrededor y ves una mesa donde parece sobrar una. O por lo menos no hay nadie sentado en ella.
Te acercas y preguntas, interrumpiendo la conversación y sin quitar la mirada de la silla:
"¿ESTA LIBRE ESTA SILLA?"
O tal vez:
"¿PUEDO COGER ESTA SILLA?"
O todo lo contrario:
"¿ESTA OCUPADA ESTA SILLA?"
Tus interlocutores no te han prestado atención desde el principio y han entendido algo así como:
"¿...ESTA SILLA?"
Aun así contestan a la pregunta con un SI o un NO.
SI puede significar:
Está libre.
Puedes cogerla. Está libre.
Está ocupada.
NO puede significar:
No está libre. Está ocupada.
No puedes cogerla. Está ocupada.
No está ocupada. Está libre.
Nosotros estamos como locos por coger la silla, y siempre interpretamos la respuesta como más nos convenga. Así que sin apartar la mirada de la silla la cogemos y nos damos media vuelta para llevárnosla.
Si no nos dicen nada perfecto.
En caso contrario se escuchará un grito:
"¡ESTA OCUPADA!"
Y tendremos que hacer un Michael Jackson para devolverla.
Para evitar este momento incomodo sugerimos unas normas básicas:
Llamar la atención de nuestros interlocutores con educación y, mirándoles a la cara, comenzar a hablarles:
"BUENAS TARDES"
"PERDON"
Luego señalar a la silla y empezar a preguntar:
"¿ESTA SILLA...
Y soltar la parte importante de la pregunta en el momento de máxima antención:
...ESTA LIBRE?"
...ESTA OCUPADA?"
En la respuesta hay que evitar los ambiguos SI o NO e ir al grano:
"ESTA LIBRE"
"ESTA OCUPADA"
Y nos iremos, con o sin silla, despidiéndonos con un:
"GRACIAS"
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