Cae la noche y llega el momento de BAJAR LA BASURA, que se agolpa en bolsas mal cerradas o medio rotas, de las que no paran de caerse papeles. Por más que los metes de nuevo siempre salen más...
Llevas todo el día en casa, con la ropa más cómoda que pueda existir. Una ropa que se te ajusta al cuerpo como el papel de una magdalena, que forma parte de ti, que lleva contigo más tiempo que tus recuerdos... Ese pedazo pijama de algodón empelotillado.
En la calle llueve y hace frío. Te ajustas los calcetos blancos que atrapan los puños del pantalón del pijama, mientras las zapatillas de cuadros de gorra de Miliki hacen las veces de albarcas.
La camiseta de interior y el calzoncillo se pelean y asoman por los lugares y agujeros más insospechados.
Te pones por encima un jersey cedido, un chal, una bata (también de cuadros de gorra de Miliki), un chubasquero, un abrigo de visón, o lo primero que encuentras...
Al pasar delante del espejo de la entrada te parece ver un gato negro. Pero continúas tu marcha. No te detienes a descubrir que es tu pelo grasiento y despeinado.
Bajas en el ascensor. Es tarde y no hay nadie.
De repente, alguien enciende una luz, la ciudad se activa, gente elegante aparece de todos los rincones... Y tú te aferras a las bolsas de basura, sabiendo que es el complemento que más glamour da a tu lamentable aspecto.
LOOK CASUAL: Se llama look casual a la ropa que llevamos día a día. Para conseguir un look casual tienes que basarte en estas tres palabras: naturalidad, simplicidad y elegancia.
LOOK BASURAL: Se llama look basural a la ropa que llevamos para bajar la basura. Para conseguir un look basural tienes que basarte en estas tres palabras: comodidad, barroquismo y caspa.
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