Luego está el DISFRAZ DE AUTOR, que es ese disfraz con un toque especial que lo hace único y diferente.
En los 80 me disfracé de LA BASKA, con un traje de neska baserritarra (o vasquita), una camiseta de AC/DC, el pelo de colores, gafas de sol y botas de militar. Además llevaba como complemento una MUÑEQUERA DE PINTXOS, con pintxos de txorizo. KEPA SOJO la inmortalizó en su primer largo, EL SINDROME DE SVENSON (2006).
Los disfraces de autor tienen la pega de que son agotadores porque hay que ir explicándolos para que la gente los entienda. El anterior con gritar "¡Hey!¡Esa baska!" ya se suele comprender.
Este año he ido más allá y he creado un disfraz de autor pero un tanto complicado de explicar por ser además CONCEPTUAL. El título del disfraz era: FALTA DE ENTENDIMIENTO INTERGENERACIONAL.
Todo se gestó en una típica conversación padre e hijo:
PADRE - "¿De que nos disfrazamos este año en Carnavales?"
HIJO - "¿De NINJA CON ESPADA?"
PADRE - "Pos vale".
RESULTADO: El hijo se disfraza de NINJA CON ESPADA, y el padre de...
¡NIÑA CON ESPADA!
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